Alejados del bosque,
hacemos hogar.
La estancia dormida, se llena de luz.
Es la hora del té,
la hora de las pastas,
de los momentos dulces.
Los tonos grises se diluyen,
los sucesos tristes se aparcan.
Solo la luz y nuestras miradas.
Hoy no habrá visitas,
nada romperá los mágicos momentos.
Alicia Dos
Hola Alicia, bonita entrada, me encanta, enhorabuena. Seguiré paseando por tu blog, me gusta lo que voy viendo.
ResponderEliminarBuen finde.
Saludos.
Me hubiera gustado asistir.
ResponderEliminarYo he venido de visita, pero ni me quedo a tomar el té, no quiero romper la magia. Un abrazuco
ResponderEliminarEsos momentos no se olvidan!
ResponderEliminarMe encantó visitarte y me encantó tu visita.
volveré seguido,
Saludos
Hola Alicia.
ResponderEliminarMe alegra saludarte ya que te has acercado por primera vez a mi espacio.
He visitado tu blog. Palabras bellas y profundas.
Me encanta el té, el café o lo que sea, sin hora, pero con agradable compañía para poder charlar de tantas cosas...
Un abrazo.
Hola Alicia.. Hay momentos que son el remanso de paz que necesitamos para recuperar dudas, e incertidumbre, para reencontrar las miradas complices, y tomarse un sorbo de té..
ResponderEliminarUn abrazo..
En los momentos mágicos sobran las visitas.
ResponderEliminarUn bonito poema que me ha gustado leer.
Un abrazo.